jueves, 22 de marzo de 2012

LA MOCHILA DEL PASADO

"SI QUEREMOS AVANZAR EN EL CAMINO DE LA VIDA, DEBEMOS DEJAR DE CARGAR CON MANDATOS, PREJUICIOS Y ESQUEMAS PESADOS Y OBSOLETOS"

En nuestro camino de vida, todos llevamos un equipaje, más o menos pesado, más o menos hiriente, más o menos difícil, que empujamos, cargados o arrastramos, condicionando de una u otra manera nuestra ruta y crecimiento.

En esta mochila llevamos el registro de las emociones y vivencias de los primeros besosy abrazos de nuestros seres más cercanos, mezclados con el sonido de las risas de los juegos infantiles, superpuestas a la incómoda impronta de los temores o angustias que siguieron a los primeros retos y prohibiciones...

Están también allí las palabras o los silencios de aquellos que nos criaron, las expectativas y los deseos que tenían para nosotros, el recuerdo de las frustracciones y de las alegrías que vivimos mientras crecíamos; revueltos entre ideas, juicios y sentimientos que hemos absorbido, casi sin darnos cuenta, de los adultos que nos educaron, condicionados a su vez por el contenido de su propio equipaje.

Esta carga de memoria y emociones va con nosotros a todas partes e influyen en todas nuestras actividades, decisiones y vínculos. Nos hacen inclinarnos por uno u otro camino, nos induce a sentir repulsión o atracción hacia ciertos rasgos y nos empuja a reaccionar, no siempre adecuadamente, ante determinadas situaciones....

No solemos percatarnos del poderoso influjo y de la fuerza que todo este bagaje emocional y cognitivo tiene sobre nosotros; casi nunca actuamos con la conciencia plena de que la lente de nuestra mirada agranda alguna parte de la realidad, oculta otras y lo tiñe casi todo del color de nuestro equipaje.

En realidad escapamos de ese darnos cuenta refugiándonos en la idea de que la nuestra es una reacción lógica de cualquiera en esta misma situación, o asegurando con convicción y vehemencia asertiva que simplemente "nosotros somos así" y que no lo podemos evitar. En el fondo, la mayor parte de las veces sabemos que ninguna de estas dos cosas es verdad.

La neurótica actitud de tener siempre a mano una excusa que permitiera evitar la dura tarea de saberse adulto y asumir responsabilidades.

Texto extraido MENTE SANA

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