lunes, 16 de abril de 2012

DIEZ CLAVES PARA ABRIRSE A LOS DEMÁS

Cada persona alberga en su interior las habilidades para construir relaciones más satisfactorias. Solo hay que cultivarlas.

Una de las mayores satisfacciones que nos aporta la vida es la posibilidad de relacionarnos con los demás. No somos islas incomunicadas ya que siempre existen poderosos puentes que nos unen, a través de los cuales podemos compartir y enriquecernos mutuamente.

Para construir esas vías que nos llevarán a una rica vida relacional, puedes practicar las siguientes estrategias:

1.- PONTE EN EL LUGAR DEL OTRO

La empatía es la capacidad de comprender e indentificarse con los sentimientos y puntos de vista de otras personas. Es un medio muy útil para mejorar las relaciones y resolver conflictos.

Ante una situación conflictiva con otra persona puedes realizar este ejercicio, describe el suceso desde tu punto de vista, intentando experimentar, con toda intensidad cómo te has sentido. Después, colócate en un lugar diferente, cierra los ojos e intenta revivir el acontecimiento desde la posición de la otra persona. Para terminar, vuelve a cambiar de lugar. Ahora procura ver la situación desde fuera, como si fueras un observador imparcial, y describe tu nueva visión del conflicto.

2.- REGALA RECONOCIMIENTO

Todos nos sentimos mejor cuando estamos con alguien que nos aprecia. Y eso hay que fomentarlo; es bueno que se note expresando reconocimiento y valoración. Nuestro mensaje será bien recibido si:

* Es genuino:, es decir, cuando surge un reconocimiento real de las capacidades de otra persona.

* Se realiza en primera persona: conviene implicarse personalmente en lugar de hablar de generalidades.

* Es positivo: en lugar de decir "no has sido egoísta", expresar "has tenido un gesto de generosidad".

* Es específico: se explica la razón por la que resaltamos esa capacidad.

* Y convincente: es decir, claro y seguro.

3.- INTENTA SER DE UTILIDAD

Cuando somos útiles a otra persona, no sólo la ayudamos y hacemos que se sienta importante sino que el hecho de ayudar también refuerza nuestra autoestima.

ante una situación determinada, preguntáte ¿En qué puedo ser útil a la otra persona? Incluso una mirada, una sonrisa o un perqueño gesto de aprecio pueden ser de gran utilidad.

4.- ATREVETE A PEDIR

Así como hay que aprender a dar, también hay que saber recibir y pedir. De hecho, es importante alternar ambos papeles en nuestras relaciones para que no se produzcan descompensaciones. A la hora de hacer una petición es importante reconocer cuál es nuestra necesidad y explicarla de la manera más concreta posible. Y sobre todo, pide: no pretendas que el otro adivine tus necesidades.

5.- APRENDE A ESCUCHAR

Escuchar es un gesto de respeto que nos permite comprender verdaderamente a los demás. Cuando una persona se siente comprendida, se da cuenta de que validamos su punto de vista e instantáneamente se tranquiliza y no necesita defenderse.

Al escuchar intenta:

* Comprender antes de juzgar
* Deshacerse de prejuicios
* Mostrar interés por el otro.
* Hacer preguntas, mirar a los ojos para frasear (expresar lo que has entendido con tus propias palabras) y comunicar tu comprensión ("te entiendo")

6.- COMUNICATE MEJOR

El poder de las palabras es inmenso y la comunicación afecta a todo nuestro mundo relacional. Por ello es indispensable aprender a comunicarse mejor. Para mejorar tu comunicación:

* Establece contacto con tus sentimientos y sensaciones para poder reconocerlos y expresarlos mejor.
* Ante cualquier situación comprometida, pregúntate: ¿Qué es lo que siento? ¿Qué sensaciones corporales y anímicas estoy percibiendo?
* Procura tener en cuenta el interlocutor ¿Cómo puedo hacer llegar mejor este mensaje que quiero transmitir? ¿Es u buen momento para la otra persona? ¿Está mostrando interés?
* Intenta hablar desde lo que sientes, de manera definida y concreta.
* Al expresar quejas, procura primero reconocer cuál es la necesidad que se enconde detrás ¿Qué es lo que realmente esperaba y no se ha cumplido?
* Y exprésate desde el "yo" y no tanto desde el "tú". Por ejemplo, será mejor decir "me molesta que no me ayudes" que "eres un perezoso".

7.- EXPRÉSATE MÁS

Aumentar nuestra capacidad expresiva a todos los niveles: VERBAL, GESTUAL, CORPORAL,... nos permite vivir desde el placer de mostrarnos a los demás tal y como somos. Gastamos mucha energía fingiendo, ocultando y disimulando. Cuándo más auténtica y libre sea nuestra expresión, más sanas serán nuestras relaciones y mejor podremos conectar con los demás. Para ello es crucial desarrollar la propia espontaneidad. Para ello:

* Procura no examinarte en cada acción. En cuanto juzgas si lo que haces está bien o mal, es atractivo o ridículo... se produce una división en tu interior que no te deja gozar plenamente de la acción.

* Intenta, en algunos momentos, dar primacía al sentir que al pensar, por ejemplo, focalizando la atención en tus diferentes sensaciones.

* Realiza actividades creativas: puedes utilizar el cuerpo, la palabra, el movimiento, la música, las artes plásticas, ... para expresarte y dar rienda suelta a todas tus emociones.

8.- SUPERA TUS BARRERAS

En ocasiones topamos con barreras como la inseguridad, la timidez, el miedo al rechazo o a que nos dañen, que no nos permiten abrirnos a los demás. Relacionarse conlleva un riesgo. Cuanto más alta sea nuestra apuesta, lo que ponemos en la relación, mayor puede ser también la decepción. Sin embargo, el camino opuesto, cerrarse a la posibilidad de compartir, conlleva a la larga mucho más sufrimiento y desazón. Indaga cuáles son tus barreras a la hora de relacionarte y cómo podrías superarlas.

9.- GANA SEGURIDAD

Nos relacionamos mejor con los demás cuando nos sentimos seguros de nosotros mismos. La autoconfianza se puede construir si uno está dispuesto a dar ciertos pasos para lograrlo:

* Procura tener presente cuáles son tus cualidades y puntos fuertes, que puedes aportar a los demás.

* Intenta acercarte a aquello que te produce miedo. Piensa que, cuando dejas de realizar algo por temor, el miedo crece y la sensación de incapacidad es mayor.

* Reconoce tus pequeños y grandes logros, aunque se trate tan sólo de intentos que no hayan tenido éxito.

10.- ACEPTA LAS DIFERENCIAS

Los seres humanos pensamos y sentimos de maneras muy diferentes. Para mantener en buen estado las relaciones es necesario ser tolerante. Muchas veces las diferencias asustan o se intentan evitar. Sin embargo, son de los aspectos que más enriquecen una relación. Cuando otra persona tiene una percepción distinta a la nuestra, se nos presenta una oportunidad para aprender.

MENTE SANA

4 comentarios:

  1. Estubo bueno. Espero poder, gracias.

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  2. Los días son como son, y el verlos de modo diferente depende en gran medida a como nosotros aceptamos lo que somos y lo que vivimos.

    Un abrazo grande para ambos.

    Africa

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  3. El problema de las personas que tememos al rechazo radica en una baja autoestima como resultado de una infancia dificil. Ojala todos tuvieramos la capacidad de aceptar las situaciones para evitar pensamientos reprimidos en nuestro inconsciente y que luego se manifiestan en nuestra forma de relacionarnos

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